Cuando estas enamorada no piensas, deseas. Desearías que viera lo que tu ves, que riera viéndote reír, te gustaría gritar y que te oyera. O que el no te oyera, que te oyera el resto del mundo, que todos oyeran que estas enamorada, que no te importa más nada, solo él. Y cuando hablas de él parece que te estas comiendo un helado de dulce de leche, y sonríes, y te gustaría verlo y sonreírle, y tienes en tu mente todo lo que quieres decirle, todo lo que te sucede a lo largo del día, porque todo lo has hecho para el & gracias a el, y notás como tu corazón late cuando él te abraza. A veces piensas y te gustaría que no existieran las distancias, y que lejos y cerca significaran lo mismo. Te gustaría tenerlo al lado cuando comes, cuando juegas o cuando duermas, necesitas tenerlo al lado cuando ríes, y necesitas tenerlo al lado cuando lloras.
Y es hermoso saber que el está conmigo vaya adonde vaya, y desearía poder volar, volar entre las casas, por encima de los autos, para ir hasta donde está el y decirle al oído... “Yo también voy a donde tu vayas, no lo olvides”.
Y es hermoso saber que el está conmigo vaya adonde vaya, y desearía poder volar, volar entre las casas, por encima de los autos, para ir hasta donde está el y decirle al oído... “Yo también voy a donde tu vayas, no lo olvides”.