Solía… cuando era chica, imaginar de que chico me iba a enamorar. Si de un chico rubio de ojos azules, si de un castaño de ojos color miel, si de un morocho de ojos verdes... o porqué no... de un colorado. Si de un chico bueno o de un chico malo. Si de un chico extrovertido… o de uno muy tímido. Si de un chico que se las sabe todas o de uno… que no sabe nada. Si de uno más grande o de uno más chico que yo. Si de un chico alegre… o de un chico aburrido. Si de un chico a las que le gustan todas o… al que no le gusta ninguna, ni yo. Si de un chico que me ame o de uno que ni me registre. Si de un chico romántico o de uno medio boludo. Si de un chico demostrativo o de uno que no se atreva a decirme nada. Si de un chico con problemas… o de uno sin problemas. Si de un chico más bajo que yo… o de uno más alto. Si de un chico lindo o de uno feo[…] Nadie sabe. Siempre… siempre pensaba qué clase de chico me iba a tocar, de que chico me iba a enamorar. Siempre, de chica, imaginaba a mi príncipe azul. Y a medida que los años pasaban, me volvía más exquisita en mis gustos, más estricta, por así decirlo. Cada vez iba sumándole o restándole virtudes y defectos… a mi chico ideal. Y juro que nunca soñe con alguien perfecto eh. Entre años y años, me propuse salir a buscarlo, por supuesto… no lo encontré, por ningún lado. Me rendí, me había cansado de querer tener algo… que no existía. Deje de buscar y me dije a mi misma ¡Basta!. Soñaba con él. Día, tarde y noches enteras. Es más, hasta solía imaginar que lo tenía frente a mis ojos y le hablaba… le hablaba a la pared o al espejo como una estúpida. Y los años siguieron pasando. Cumplí 14. Conocí chicos, pero no… ninguno cumplía mis reglas. Ninguno como aquel, como él que yo siempre soñé. A mediados o no tanto... de mis 14 años, conocí, conocí a un chico. Con cualidades y virtudes únicas y por supuesto… muy hermosas. No era tal vez el príncipe azul con el que yo soñaba, pero era ese chico con él que yo sabía que algo pasaría. Ahora ya tengo 15 años y medio, seguro ustedes se preguntarán que paso con ese chico ¿no?. Ese chico, el que encontré o mejor dicho… el que me encontró, ese mismo, me enamoró. Pasamos por meses de un hermosa amistad pero llegó ese momento en el que no daba para mas… y pasó. Y ahora… ya hace 10 meses y días de todo eso. Ahora ya nos aproximamos al año de que todo eso sucedió, de que encontré a mi amor. A mi gran amor, de que encontré mi felicidad, en él. De que aprendí a valorar y a amar… a pesar de todo. Y gracias a dios, pienso y creo poder tenerlo por mucho, muchísimo tiempo más. Y ahora… Nico… te amo mi amor, te amo con todas mis fuerzas. Sos hermoso y persona como vos no existe, creéme.
Gracias por llegar, gracias por estar y por ser ese amor… él que me ama de verdad.