16 ago 2009
Necesito tu sensibilidad al pelear con mamá. Necesito tu inseguridad al dejarme salir. Necesito tu mal humor al despertar, o tus besos al acostar. Necesito tu buena onda a la hora de jugar. Y esa conentración al viciar. Necesito esos gritos que pegas. Y esa mala manera de tratar. Ese renegar de mamá y tu forma de discutirle sin parar. Necesito el miedo a que te fueras... no el miedo a que no volvieras. Necesito ese abrazo y ese peyiscón. Esa cara, esos ojos y esos rulos. Necesito esa música, ese encierro en la pieza, y esa sacada de computadora. Necesito esas luces prendidas y ese dentífrico sin tapar. Ese baño todo sucio y ese desorden en el placar. Necesito tu presencia y tu andar. No hago más... que extrañarte, cada vez más.