Si pudieras escuchar a mi corazón en este momento, estarías empalagado, ahogado de la dulzura. Si pudieras escuchar a mi mirar en este momento o mejor dicho... si mis ojos hablaran, ellos te explicarían a la perfección el porque de mi... sos hermoso, sos lindo, tenes todo y demás. Y si mis manos también hablarían... te podrían contar las millones de cosas que sienten al tocarte, abrazarte o simplemente sentirte. Si mis labios tuvieran vida propia, vivirían prendidos a tu boca. Y si mi cuerpo entero hablaría, te diría lo que se siente verte de afuera, tenerte cerca, saber que sos de él. Porque sos mío, en cuerpo, en alma, desde la cabeza... hasta la puntas de tus pies. Porque me adueñe de vos hace un año y un mes exactamente. Porque te necesito a mi lado... siempre, en las buenas y en las malas. Necesito de tu compañía, de tu andar, de tus perseguidas, de tus retos, de tus consejos, de tus enojos, te tus halagos, de tus besos, de tus palabras, de tus abrazos, de tus miradas, de tus locuras, de tus ataques y de esas caras... que me ponen de cabeza. Y hablando de cabeza, siempre andas rondando en ella. Siempre estás presente en más de un pensamiento. Siempre estás ahí adentro... protagonizando mis sueños, siendo el dueño de mis deseos y reinando todas mis fantasías. Y aparte de estar en mi cabeza, te tengo guardado en mi corazón. Encerrado ahí adentro, porque le haces tan bien... por ahí... lo lastimas, pero nunca lo hiciste sangrar. Siempre le pusiste curitas, alguna que otra moldura en algún borde o un poco de plastilina en los huecos más profundos. Y hasta en donde parecía partido... hasta ahí... lo revocaste, lo cubriste con un poco de vos y otro poco de tu amor. Y hablando de amor, esto ya paso esa gran palabra, amor... muchos la usan tan, pero tan mal. Y nosotros... mejor imposible. Amor, amar a alguien, es lo más sincero y hermoso que hay. Te sentís feliz... sos feliz. Amar y que te amen. Es inexplicable. Abrazar y que te abrasen con exactamente la misma fuerza y el mismo sentimiento... es increíble. Besar y que te besen con la misma pasión y la misma felicidad... es maravilloso. Y casi tan maravilloso como vos, como tú persona, tú forma de ser, como tu paciencia... que es lo que más destaco de vos mi amor, entre tu ternura, tu manera de hablar y las cientos de virtudes, que solo vos tenes. Esos defectos, que no son defectos si no cosas... que se pueden arreglar. Y hablando de arreglar, gracias por arreglarme. Por estar siempre conmigo, pase lo que pase y estemos como estemos. Gracias por nunca dejarme sola y siempre estar ahí para darme ese abrazo de oso y ese beso que perdura días en mi pensamiento, ese que quiero que se repita... una y otra vez. Gracias por tu manera de hacerme reír, gracias por hacerme feliz, por saber como tratarme, por ser tan bueno, por escucharme y por todo lo demás. En fin, gracias y gracias de verdad. Y ya que dije verdad... creeme que te amo como nunca en mi vida ame a nadie, creeme que es verdad cuando te digo que no se que haría sin vos, creeme que no quiero que nos separemos. Creeme que me encanta ser tu novia, que amo tenerte como te tengo y que sos lo mejor que me pasó. Llegaste en el momento más imprevisto y revolucionaste mi existir. Me cambiaste el rumbo, me desacomodaste los pensamientos e incorporaste muchas cosas en mí. Una de ellas y la más hermosa... el saber amar y vivir de a dos. Dos, tres, cuatro, cinco... las que sean, vidas con vos. No me importan las peleas, los choques, los encontronazos, las malas palabras y los golpes. Dejo de lado un poco todo eso, lo malo, lo negativo, lo feo... porque lo bueno y todas las cosas que se destacan en nuestra relación... sobre pasa todo y a todos. Las ganas de seguir, de seguir... y de seguir siempre. Las ganas de nunca rendirse, de siempre querer demostrar. De ir por más y las ganas de amar. Esas ganas, las que no se agotan, las que no terminan, las que no se van. Gracias, de nuevo. Y perdón, por todo, por lo estúpido, lo que no me sale o por simplemente lo que me sale... pero me sale mal. Perdón por las palabras y por esas manos demás. Perdón por no darme cuenta. Perdón por no encontrarle adjetivo calificativo a todo el amor que siento por vos, perdón por no poder tenerte en mi mesita de luz todas las noches o perdón por no saber demostrar algo tan grande, tan inmenso, tan... tan inexplicable. Como todo lo nuestro. Como nuestros pensamientos, nuestros deseos, nuestros sueños, nuestros momentos, nuestros recuerdos, nuestras buenas y nuestras malas. De las que disfrutamos y de las que aprendimos. Así como también aprendí muchas cosas de vos, y tal vez... vos de mí. Y así como también me contagiaste y yo te contagie. Y así como nos complotamos. Y así también como cuando nos dimos cuenta... que éramos tal para cual. Idénticos, pero muy diferentes. Así como cuando encajamos, como cuando... nos hicimos una sola persona...
Un año, y un mes, inexplicable, irrepetible, inigualable. Único, lindo. Del que no me arrepiento en lo más mínimo, en nada. Del cual haría un libro de amor o alguna película romántica. Del que nunca me olvidaría. Gracias por este año y gracias por este año y este mes. Gracias y millones de gracias más. Te amo, más que a nada… y más que a nadie mi amor.

21 de Marzo de 2008 ...

Comienzo de una historia... comienzo de algo nuevo, de una amistad más. Comienzo de nuevas risas y nuevos puntos de vistas, de nuevos abrazos, de nuevas miradas y de una nueva forma de hablar. Un te quiero más, un te amo más. Otro espacio en mi corazón. Otros problemas, otros celos. Una nueva forma de aceptar. Otro tipo de ternura y otro tipo de dulzura en las palabras. Algo sincero, algo rápido. Alguien más en quien confiar. Pasaron meses, y el amor... el amor se volvía cada más grande. Los abrazos aumentaban y duraban más. Los besos en las mejillas eran más lentos, más suaves. Las miradas más profundas... y hasta tentadoras. Aumentaron las horas de vernos, y hasta quedabamos a solas charlando. Nuestras manos ya se agarraban al caminar, y mi felicidad aumentaba más y más. Llegó una etapa difícil. O dejar, o seguirla. Y si, la seguí. Porque algo había, ese gustito a único lo sentía. Descubrí a una persona maravillosa, capaz de dar muchas cosas por los demás, se preocupaba por mi bien, me vio reír... me vio llorar. Y aún así, me quería... la remaba, me buscaba... y me abrazaba. Descubrí una persona hermosa, única. Y sin importar cuantos defectos tenga o sin importar lo que los demás decían... me arriesgue, por el solo echo... de que conmigo, era diferente, lo notaba. Pasábamos madrugadas enteras hablando, tuvimos un día en común y hasta... me compró una coca con la única plata que tenia en su bolsillo. Era lo más tierno que en mi vida conocí. Esas caritas al enojarse o esos celos sin medidas. Hablando y pasando momentos... descubrimos, que podíamos llevarnos bastante bien... pero de otro modo. Empezaron los cientos de mensajes, las cientos de caritas, las cientos de canciones dedicadas, las cientos de miradas, y esos abrazos... que cada vez eran más largos. Intercambiamos pensamientos y opiniones, y hasta aparecieron esas firmas y esos posteos sospechosos. Si, realmente algo... pasaba. Realmente el sentía algo por mí, y yo empezaba a sentirlo por el. Nunca se lo dije a nadie, siempre lo negué. Y así me fue. Como en toda situación hubo una en la... que... las cosas no dieron para más. Y yo dandome cuenta que el no iba a hacer nada... me lanze al primer beso. Se lo di, se los di. Besos en la parada de cole, besos en el cole. Besos ricos, besos largos. Me entendió, lo entendí. Desde ese momento, se nos cayó el mundo. Desde ahí mis días se llenaron de sueños con el, desde ahí... entre salidas y salidas, entre besos y besos y esos abrazos... que cada vez eran más y más largos. Decidimos intentar una nueva forma de vida, de a dos. Aprender a aceptar, compartir. Y así lo decidimos, y entre peleas y peleas. Entre tantos celos y tantos días de distancia. Llegamos a la conclusión de que estamos echos el uno para el otro. Yo nací para estar con el. Yo nací para amarlo, nací para compartirle y confiarle absolutamente todo. Nunca me voy a arrepentir de todo lo que pasamos. Tanto cosas buenas como malas. Buenas, porque fueron inolvidables. Y malas porque de cada una de ellas, algo se aprende. Y con el correr de unos cuantos meses más... ya hace 17 meses y un día de ese 21 de Marzo. Increíble ¿no? Ya hace casi un año y un mes de esa parada, de ese colectivo. Acostumbrada a tenerte conmigo, si me dejaras yo no se que haría. No podría ni con lo más sencillo sin vos. Sos lo que le da alegría y fuerza a mis días. Sos lo que siempre llevo conmigo, allá arriba y acá. En mi mente, y en mi corazón. No hay día que no piense en vos. No hay día que no te necesite y no hay día que no te extrañe. Te amo, con todas las fuerzas del universo. Con cada parte de mi cuerpo. Con mi alma entera, con mi vida, con mi corazón. Con todo lo que te puedas llegar a imaginar. Te amo en lo cierto y en lo falso. Con tus cientos de defectos y tus miles de virtudes. Te amo y quiero hacerlo hasta el final. Porque quiero mi vida al lado tuyo, porque descubrí que sos mi alma gemela, que no hay otro mejor que vos. Felicidades, me enloquesiste, me adueñaste, me ... me enamoraste.

Y como siempre te lo dije, pensar que en su momento fuiste un don nadie, y ahora... sos la razón de mi existir.

Undida en la necesidad, invadida de lágrimas, revalsada de amor, segura del sentir, creyendo en el día, apostando por él, abrazando a la almohada, besando al oso panda, mirando fotos, cargada de emoción, llena de felicidad, queriendo saltar, dejando mucho atrás, aprendiendo cada día más, extrañando a su vitalidad, escarbando recuerdos, arañando momentos, sintiendo lo imposible, queriendo lo prohibido, buscando alternativas, imaginando el futuro, ansiosa del destino, apasionada al soñar, desinteresada en ella, pensando en la realidad, cambiando su punto de vista, entendiéndose a si misma, dejando lo malo a un lado, pensando nuevamente en la realidad y queriendo entender de adonde saco tantas fuerzas, descubriendo los límites de su sentimiento, queriendo llegar al final con punto y seguido de su historia, amando su amar, segura de su elección, decidida en sus temas, sabionda en lo conveniente, huequisima en lo fácil, desafiando al día a día, y superando a su dolor. No seré de mucha clase, seré básica y estaré en mi segundo escalón, pero se lo que quiero... y mucho más que eso... se lo que siento.

Según los ojos, según la mente, según la parte del cerebro, según la manera, según la personalidad, según el actuar, según el tiempo, el espacio y según la forma. Según la persona, según la edad, según la etapa, según el año, según la educación. Según de quien, según de donde y de adonde, todo... depende.

Sentirse sola, no es lo mismo que estar sola. Sentirse nada, no es lo mismo que ser nada. Sentirse impulsada a dar todo lo que puedas y a demostrar que amas más de lo que piensa... no es lo mismo que estar loca.

Es difícil entender el porque de las cosas, el porque de lo que pasa, el porque del tiempo, el porque de tantos perdones, el porque del pensamiento constante, el porque de la locura, el porque del amor, el porque del sentir, el porque de vivir, el porque más allá de todo, el porque de los porque o el porque del porque me pregunto tanto. Es difícil de entender el porque de los si, y el porque de los no, el porque del impulso, del orgullo. El porque de la riqueza, y el porque de la pobreza. El porque del estar mal, de las lágrimas, y el porque de reír y ser feliz. Es difícil entender el porque de tantas preguntas, y el porque de las pocas respuestas, el porque de los días, el porque de los años, el porque de las comparaciones, el porque de la competencia, el porque del egoímo, el porque de las diferencias, el porque de la comida, el porque de la ropa, el porque del egocentrismo, el porque de los choques, el porque de lo malo, el porque de lo bueno, el porque de lo sabio o el porque de lo hueco. El porque de los colores, el porque de los valores, de las mariposas y el porque del repasador. El porque de lo gordo, el porque de lo flaco, de lo ancho, de lo angosto, el porque de los dinosaurios. El porque de la verdad, y el porque de las mentiras. El porque del entender y el porque de no entender, el porque de las serpientes y el porque de la lluvia. Es difícil entender el porque del sol y el porque de la luna. El porque de esta necesidad, el porque de extrañarte. Pero mucho más difícil es el porque de amarte. Amarte, lo que sobre pasa todos los porque existentes a todas las cosas que pueden habitar y situarce en este planeta, en este universo. No te vallas nunca de mi, no me dejes. ¿Queres saber PORQUE? Porque no podría vivir sin vos, no podría con todo sola, no seguiría y por lo tanto... me rendiría. Abrazame fuerte, amame, mirame y besame despacio. Y que esto hermoso, que es lo más lindo que me pudo pasar... no deje de pasar nunca.

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Dos años U

Necesito tu inmadurez y tu infantil modo de reír. Necesito tu sonrisa de oreja a oreja y esa carcajada pegadiza. Necesito esa grotesca forma de comer, ese estómago de chancho y ese estar al pedo. Necesito esos juegos tontos y las peleas continuas. Necesito ver la heladera vacía y la sacada de celular a la madrugada. Necesito esos celos de hermano y esas ganas de joder. Necesito tu voz. Necesito tu cama destendida. Necesito el amontonadero de ropa en el vide. Necesito tus gestos y esos decile a mami que ya vengo. Necesito tu karaoke, tu acostada en el piso cuando hace calor. Necesito esas patadas en las piernas o esas piñas en la cabeza. Necesito ese olor, esa tele prendida. Necesito ese desodorante y esas bañadas. Esas cargadas y esas caras(...)

Lo único que necesito es que estés acá conmigo.

Casi dos...

no es un te extraño, es un te necesito.

no es un te amo, es un sos todo.

no es un quiero verte, es un quiero tenerte.

Necesito tu sensibilidad al pelear con mamá. Necesito tu inseguridad al dejarme salir. Necesito tu mal humor al despertar, o tus besos al acostar. Necesito tu buena onda a la hora de jugar. Y esa conentración al viciar. Necesito esos gritos que pegas. Y esa mala manera de tratar. Ese renegar de mamá y tu forma de discutirle sin parar. Necesito el miedo a que te fueras... no el miedo a que no volvieras. Necesito ese abrazo y ese peyiscón. Esa cara, esos ojos y esos rulos. Necesito esa música, ese encierro en la pieza, y esa sacada de computadora. Necesito esas luces prendidas y ese dentífrico sin tapar. Ese baño todo sucio y ese desorden en el placar. Necesito tu presencia y tu andar. No hago más... que extrañarte, cada vez más.

Querer buscar una extraña manera de expresar esto tan extraño... es como ponerle hilo a una aguja, difícil. Difícil se me harían los días en los que no te tuviera. Difícil sería mi camino hacia la meta, si no tuviera tu aliento, tu palmada, tus palabras o simplemente tu mirada. Difícil sería sobrevivir a todo el mal, si no tuviera tus besos a la noche o tus abrazos que me hacen temblar. Y no me ves, cuando te doy besos... en la oscuridad, lloro. Porque me pregunto que sería de mi sin esos besos, sin todas esas cosas entre cuatro paredes, sin esas charlas, sin esas risas y esas tentadas que me pegas. Sin esas cosas que me enseñas o esas otras que me contagias... si los objetos hablarían, estaríamos tras las rejas. Si no estarías conmigo, yo no imaginaria. Si no me besarías, yo no desearía. Si no me mirarías, yo no querría... y si no me amarías, yo moriría.

Nunca digas nunca . Ese dicho - todos lo dicen, nadie lo cumple -

Mis sonrisas y mi sensibilidad llevan la última letra de tu nombre, mis lágrimas la antepenúltima. Mi alma, la anteúltima. Mis nervios, tu inicial. Mi corazón, tu tercer letra. Mi orgulloso, tu cuarta... y mi inseguridad, tu segunda. Y tu nombre es el título de mi vida, de mi novela, de lo que no termina (...)

La gente que realmente quiere, la gente que realmente lucha, la gente que se esfuerza, que se esmera, que se supera. La gente que por más que no tenga razón, cree tenerla. La gente con fe y la gente pintada de verde. La gente con agallas y sin miedo al destino. La gente que salva, la gente que ayuda, la gente planetaria. La gente que nunca se olvida de la otra gente. La gente capaz, inteligente y con mucho para dar. La gente que beneficia, que obra, que te da las dos manos, que te regala tu corazón, que te da un hombro y tu casa para cuando te sientas mal. La gente que se parte por vos, la gente que no te deja seguir solo, la gente que te abraza, la gente que te besa, que te hace feliz, que vive de tu felicidad. La gente buena y también la gente no es tan buena... pero que intenta serlo. La gente amiga, la confiable, la gente para siempre. La gente comprensiva, la que te habla, la que se pone tu mochila. Tu gente, la que necesitas, la que te necesita. Esa gente, la que realmente... vale la pena.

Y tu ausencia me mata, y tu no estar me desespera. Y te extraño, y quiero que vuelvas. Y quiero abrazarte y te amo, te amo. Por más cosas que nos pudieran pasar, por más errores que cometiste, por más de 5 o más años de mentira, por más engaño, por esos ''no'' que eran un ''si'', y por esos ''si'' cuando eran ''no''. Por más escapadas, por más cagadas, por no pensar, por no pensar en mi. Por equivocarte, por haberlo echo queriendo o sin querer. Por más mal que hallas estado, por más mal que me halla puesto, por más lágrimas en tu nombre, por más recuerdos malos en mi mente, por más sustos, por más miedo. A pesar de las peleas y a pesar de que mi mesita de luz esté llena de abrazos que jamás te di o de besos que no me dejaste. Por más , por más y a pesar. Te necesito, y sos la base de mi vida, sos como mi principio, y quiero que seas mi fin, quiero que estés en mi fin, quiero que hasta los últimos días de mi vida te rías conmigo, me abrazes y me digas que me amas. No quiero separarme de vos. Vos ni te enteraste, vos nunca supiste, vos no te das una idea y no sabes... que sos todo para mi. No, no sabes, ni te imaginas, ni lo pensas. Pero si... te extraño, te necesito y te amo hermano. Y no me importa cuantas cosas hay en el medio, estoy orgullosa de que seas vos... de que seas vos el primero que estuvo conmigo. Estoy orgullosa de haber estado en tus brazos cuando era bebe y me siento feliz de ver que en casi todas las fotos que tenemos juntos me estas dando un beso, estoy orgullosa de que seas quien sos, estoy orgullosa de vos.

Y tu perfume en mis manos, otra vez. Y tu beso, ese que dura días. Y tu suave caricia, que mi piel imagina. Y tu mirada que penetra, y tu voz que se sigue escuchando. Y tus ''te amo'' tan tiernos. ¿Como podes pretender que no te extrañe? ¿Como podes pretender que cuando te vea... me despegue de vos? ... No pretendas lo imposible, no me pidas lo que no puedo parar de hacer, no... por favor.

Y no puedo parar de pensarte, o de abrazarte, o de mirarte o de besarte. Y no puedo parar de amarte, o de hablarte, o de contarte, o de escucharte, o de necesitarte o de extrañarte. Y no puedo, y no puedo (...) Dentro de tu cuento de hadas o tu historia romántica... siempre va a ver un ''no puedo''. Y pienso... Ojalá, y nunca... nunca pueda parar de.

(...) Y después de una gran tormenta, siempre sale el sol. Eso dicen.

Mariposas en mi panza aparecen al nombrarte, cientos de recuerdos al imaginarte. Y miles de besos... que quiero darte. Si supieras realmente lo que siento...

Viste en las novelas, esos días en los que llueve... o esos guiones que dicen que tenes que actuar triste porque tu amado huyó. Esos días como de películas, los días en la que la primera actriz llora y sus cachetes se llenan de delineador negro. Esos días de tormentas, que tu ropa está mojada... y hasta tu corazón inclusive. Esos días de noticieros con noticias de tornados o algún tsunami destruyendo ciudades y vidas. Es tan feo sentirse como en esos días, es tan feo.

¿Viste cuando estás tan... tan, que no sabes ni que escribir? Viste cuando pareces que estás dentro de una serie o capitulo de dibujitos animados, que te persigue y está todo el tiempo arriba tuyo esa nubecita con rayitos y gotas que caen... que te caen. Estoy llovida. Todo junto, parece adrede. Ráfaga de llantos y caritas tristes. Cientos de cosas en la cabeza, y ninguna sin explicación. Miles de imaginaciones y de suposiciones absurdas. Y en medio de todo eso... algo que no queres perder nunca.

Tu perfume, otra vez... por todos lados.

El amor que siento por vos... no tiene límite alguno. Causaste una revolución en mi corazón e inventaste una nueva melodía en mis palabras. Desprendiste en mi... un sentimiento más, una emoción más. Dejaste brotar la felicidad. Dejaste que me revalse de pasión y nunca creíste que me enamorarias así, o hacerme volver loca por ti. Pero lo hiciste, como nadie nunca lo hizo... y como nadie nunca lo hará. Sos como un primer amor, sos como mi primera sensación. Sos mi compañía. Sos mi mitad. Me llenas, me completas. De tantas cosas... que ni te imaginás. Me enseñaste a amar... y a saber esperar. Me enseñaste los no y los porque, los cuando y los donde, las gracias y los perdones. Hasta me hiciste conocer el arrepentimiento, de verdad. Me ayudaste y me diste más que fuerzas, más que eso. Me dejaste imaginar, desear y con vos... aprendí lo que es soñar. Abriste tantos cajones de mi cajonera, sacaste tantas cosas mi amor. Abriste todas las puertas de mi corazón y sos el único que tiene la llave de mi alma. Y también el único capas de reemplazar con su nombre... la palabra ''vida''. Somos como pincel y pintura. Uno sin el otro... cualquier cosa, no sirve. Somos como zapatos. Si uno no está, uno no se puede usar, tampoco sirve. Gracias por crear todas lo que siento adentro. Gracias por colonizar cada parte de mi cuerpo, gracias por reparar mis tuberías, por ponerle curitas a mis heridas y por tapar cada hueco con tu inicial. Gracias, de verdad.

Cuando te vi por primera vez... nunca imagine que de ti me enamoraría, que de tu vida yo dependería y ahora estoy aquí... completamente loca por ti .
Y ahora vives en mi corazón y en mi pensamiento, en cada espacio, en cada rincón y en cada momento, con tus detalles me enseñaste a amarte ♥
Dueña de mi corazón no soy, te pertenece a ti ♫

Aprender, saber como es, compartir, sentir, reir y hasta llorar. Saber escuchar, saber como hablar... saber aceptar y reconocer. Saber ayudar, saber esperar, saber enfrentar. Amar, valorar y no cambiar.

Gracias por todo amigos, gracias por hacer que mi vida sea tan linda.

Te amo con todas mis fuerzas. Desde que supe que vos... eras de mi misma sangre. O mejor dicho... desde que tomé noción de que eras mi hermano... desde ahí... comenzé a ser feliz. Te extraño.

Abrazos de lagarto. Besos de mariposa. Apretones de cocodrilo. Llantos de pajarito. Risotadas de cucaracha. Emociones de vampiro. Sentimientos de ballena y un te amo de dinosaurio.

Lo nuestro es inentendible, lo nuestro es único.

Que culpa tengo yo de no saber leer en inglés. O de ponerme siempre las pantuflas al revés. Que culpa tengo yo de que los perros de los vecinos usen nuestro frente de baño, o que me guste más la manzana verde, que la roja. Que culpa tengo yo de que se me vivan quebrando las uñas, o de sacarme el esmalte con los dientes. Que culpa tengo yo de que se me vivan infectando las orejas, o de que siempre pierda los aritos. Que culpa tengo yo de dormir con un peluche, o de que siempre se me caiga la toalla cuando me lavo los dientes. Que culpa tengo yo de hacer tanto ruido cuando estornudo, o de que me guste locamente el color anaranjado. Que culpa tengo yo de no saber cocinar, o de que me cueste tanto prender una estufa. Que culpa tengo yo de comer limón con milanesa y no... milanesa con limón. Que culpa tengo yo de que me gusten las aceitunas, o de tener un diente para atrás. Que culpa tengo yo de que mi pieza se ensucie facilmente, o de no saber ni barrer... ni pasar el trapo. Que culpa tengo yo de que se me viva asotando la perciana, o de tener echo un quilombo los cajones de mi mesita de luz. Que culpa tengo yo de ser así, o de no darme cuenta de muchas cosas. Que culpa tengo yo de que cuando hablo... me mal interpreten o piensen lo contrario. Que culpa tengo yo de ser tan exagerada y siempre decir lo que mejor tendría que callar. Que culpa tengo yo de ser tan petisa y tener... rubio, castaño y colorado el pelo. Que culpa tengo yo de colgarme tanto o de ser tan groncha a veces. Que culpa tengo yo de amarte tanto o de que seas mi gran amor. Que culpa tengo yo de extrañarte o de necesitarte... bueno, de eso si tengo la culpa. Ya sé que fue por vos... pero fui yo la que se enamoró.